(7/8/22) Sol Becker (17) es hija de un afiliado de nuestro sindicato -que conduce el secretario general Alejandro Santillán- y forma parte del intercambio que desde hace años realiza el Rotary Club Sierras Bayas, con el aporte de AOMA Olavarría, por lo que el viernes 12 de agosto viajará hacia Países Bajos donde permanecerá durante once meses para tener una espectacular experiencia de vida. Por eso estuvo en la sede minera de Alsina 2556, acompañada por su papá Jonatan Becker (trabaja hace 18 años en Cantera Piatti, como operario de maquinaria pesada) para contar la previa de este gran viaje que hará a Europa esta joven que está cursando el sexto año en el Instituto Privado Sierras Bayas.

No tiene temor de nada. Al contrario. Se preparó muy bien para afrontar esta experiencia que la mantendrá alejada de su familia: su mamá Jackelina Ocaña (37), sus hermanos Santino Becker (11), Bianca Becker (13) e Isabella De la Torre (4), así como su papá Jonatan (35) y la pareja de éste, Ana Paula García (35), pero está sumamente decidida. Es más, siempre quiso viajar e ir a otro país, porque inclusive ve su futuro lejos de Argentina. “Pienso en la situación del país y veo que es muy difícil progresar, por lo que creo que sería mejor ir a otro país. También tengo la posibilidad de hacerme la ciudadanía italiana, a través de mi mamá, y ya estoy haciendo todos los trámites” contó Sol, extrovertida, simpática y muy clara para expresar lo que piensa y siente, a quien ya le hicieron una despedida de las tres programadas.

“Yo quería ser arquitecta o veterinaria, porque me encantan los animales y me gusta ayudarlos, amo a los gatos (tengo dos, uno en la casa de mi mamá y otro en la de mi mamá), tres perras (dos en lo de mi papá y una en lo de mi mamá) y gallinas” dijo respecto de sus gustos por los animales y por lo que quiere estudiar a nivel universitario, y agregó que “también me dan ganas de ir porque mi novio, que es argentino -Francisco Makara (de origen ucraniano)- ahora está viviendo en Alemania y trabajando en una heladería. El tiene ciudadanía española, aprovechó y se fue a Europa. Parte de mi familia anda por el mundo también, porque mi tío Iván (33, hermano de mi papá) está viviendo en Israel con su familia, con su esposa israelí y sus dos hijos, y ya hace ocho años que están allá” señaló a manera de presentación, para luego sí hablar sobre este viaje de la “minerita” sierrabayense, en la que acompañada por su padre Jonatan contó todo lo que siente antes de tomar el avión hacia Países Bajos, su destino final.

¿Sol, cómo surgió la decisión de viajar a través del intercambio de Rotary Club Sierras Bayas?

Yo sabía que el Rotary Club se encargaba de hacer algunas cosas para el pueblo y mi papá me preguntó por qué no me iba de intercambio porque era una experiencia relinda. Aparte, hace poco se habían ido a vivir unos amigos a Nueva Zelanda y me comentó que fuera bueno hacer una experiencia en otro país. Entonces me insistieron, aunque me dejaron que yo decidiera. Entonces me puse en contacto con el Rotary de Sierras Bayas en 2019 y en ese momento me dijeron que esperara hasta agosto de 2020 porque ahí iba a tener 15 años, pero justo vino la pandemia y me dijeron que cuando supieran algo me avisaban. Y me avisaron en septiembre 2021, así que teníamos que hacer una charla en noviembre para explicarme cómo era el intercambio. Fueron otros chicos también a esa charla y en ese momento nos dieron un block de hojas con todo lo que teníamos que saber para una nueva entrevista, donde nos iban a evaluar cómo nos expresábamos, lo que sabíamos de historia nacional, cultura general, así que nos citaron a los cinco o seis que habíamos ido, todos sierrabayenses.

¿Cómo te fue en la entrevista?

Muy bien. Fui a la entrevista y me comentaron que después de unos días iban a dar el resultado sobre quién había quedado nominado para viajar. También evaluaron los promedios de las materias en el colegio, de todos los años. Y después me confirmaron que había quedado yo, aunque también había otra chica para viajar pero luego ella se bajó, así que quedé sola. Eso fue en noviembre y en enero de 2022 comenzaba con todos papeles, así que llené un formulario súper extenso, tuve que ir al médico y al dentista para confirmar que estaba bien de salud, y en marzo o abril me decían adónde tenía que viajar.

¿No pudiste elegir vos…?

Me dieron opciones, pero había unos pocos países disponibles. Yo había elegido Italia como primera instancia y también Francia, pero me mandan al que está disponible y al que me aceptaba. Así que me tocó Países Bajos. Yo sabía poco y nada de Países Bajos, apenas que la Reina Máxima es argentina y muy poco sobre el país, que antes era Holanda -aunque ellos mismos le siguen diciendo así- y que cambió el nombre. Tuve una charla por zoom con la gente del Rotary y también con una profesora de inglés para ver si estaba bien mi inglés, porque yo había puesto que tenía un nivel medio y en esa charla certificaron que mi inglés era mejor que el nivel medio, que me podía comunicar bien, que es fundamental para poder comunicarme. Ellos hablan en neerlandés y el segundo idioma que usan es el inglés, aunque la mayoría habla hasta tres idiomas.

¿Vos sabías que en el medio de estos intercambios está AOMA, que colabora con el hijo o hija del afiliado que va a viajar?

Sí, sí, sabía, porque he tenido allegados que viajaron con el apoyo de AOMA, como Edgar D´Alessandro que es de Sierras Bayas y fue a Dinamarca, y también Nani Aquino que fue a Francia.

JB: Además sabíamos de este programa de AOMA. Estoy al tanto de todos los beneficios que otorga el sindicato, ya que está todo en la página web. Sol se ha ido de viaje a Carlos Paz con el viaje de fin de curso cuando terminó la primaria en 2016, y ahora tengo otro hijo que este año irá a Córdoba y una hija que irá a Mar del Plata. Todos están, por suerte, recibiendo los beneficios de AOMA y les agradezco la predisposición y apoyo que nos brinda siempre, sobre todo en esta instancia con Sol, lo que es hermoso y yo me sentí muy contenido por Bruno D´Amico y todos los dirigentes, y lo del Rotary también es para sacarse el sombrero. Si no fuera por este intercambio sería imposible, y recibe una beca de AOMA que es integral ya que nos pagaron el trámite del pasaporte y el combustible para llevarla a Ezeiza.

¿Cuándo viajás?

El viernes 12 de agosto volaré hacia Países Bajos. El avión sale a las 15.30 horas de Ezeiza y llegará a las 9.40. Aunque nos vamos a ir unos días antes y nos instalaremos en el hotel de AOMA, en Capital Federal, porque en el intercambio vendrá una chica estadounidense que se va a alojar en mi casa. También vendrá un chico de Bélgica que se va a quedar en la casa de mi mamá. Cinco meses y medio cada uno en cada casa, y yo iré once meses a Países Bajos. Esta chica llegará el 10 de agosto y estaremos con ella para recorrer un poco Buenos Aires y haré de traductora.

JB: La que viene es Elanie Scott, que es de Washington. Por suerte, las redes sociales ayudan y les permitió crear un vínculo a Sol con Elanie, ya que si bien no se conocen personalmente al menos se conocen a través de Internet. Gracias a AOMA, que nos permitió alojarnos en el hotel, van a estar en contacto ellas dos aunque sea un par de días, ya que después será casi imposible que vuelvan a verse.

¿Cuáles son las expectativas que tenés, sabés dónde vivirás, alguna idea de cómo es el lugar?

Sí. Iré a un pueblo que se llama Bennekom, en la provincia de Güeldres. Está a una hora de Amsterdam, la capital de Países Bajos, y a 30 minutos de Alemania. Es en el sureste. Es más grande que Sierras Bayas, tiene 14 mil habitantes, y he visto que es muy lindo, gira en torno a una parroquia. La escuela a la que voy a ir está a 45 minutos caminando de donde voy a instalarme.

¿Ya hablaste con la familia que te va a alojar?

Sí. Voy a tener tres familias en Países Bajos que viven muy cerca entre ellas, así que estaré en contacto permanente con las tres. Ya hablé con la primera, que es un matrimonio con dos hijos, y la hija se va a Estados Unidos cuando yo voy porque también hace intercambio. Con las otras dos familias todavía no he hablado, pero sé sus nombres.

JB: Tuvimos una conversación con la familia que la va a recibir a Sol ahora, Steven y Helen, y pudimos intercambiar algunas dudas que teníamos, nos comentaron que Sol va a ser su hija mientras viva con ellos, nos brindaron mucha tranquilidad como padres. Como yo también hablé con los padres de Elanie y de Scott, que van a venir. Les dimos la misma tranquilidad de que los vamos a cuidar como si fueran mis hijos desde el momento en que pisen la Argentina, así que entre las familias de los intercambistas creamos un vínculo muy lindo también. Es una tranquilidad saber dónde va a vivir, uno siente eso que es muy bueno. Y Sol está súper informada de todo, por lo que estoy orgulloso y feliz como papá.

SB: Yo me comunico mucho con las familias de allá, fotos de las festividades, de lo que significa. Ya me avisaron que voy a andar muchísimo en bicicleta. Por suerte es todo plano, no como acá. También me dijeron que me voy a vestir de Papá Noel para una carrera, algo medio raro, porque se visten así y compiten, es una fiesta cultural de Países Bajos. Las expectativas que tengo son, primero que nada, aprender el idioma que lo estoy estudiando con un profesor de allá y con la aplicación Duolingo. Todos los que nos vamos a Países Bajos, que somos cuarenta de todo el mundo, ya formamos un grupo de WhatsApp. De la Argentina somos cuatro: un chico de Esquel, una chica de Mercedes y la otra de Catamarca, y yo. De este distrito del Rotary son la única y voy a compartir el vuelo con una chica chilena. Así que está todo listo para irme a Países Bajos.

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