Una experiencia inolvidable en Dinamarca

 

Edgar De Alesandre, hijo de un trabajador minero y de una ama de casa, se fue en agosto rumbo a Dinamarca siendo parte de un intercambio estudiantil. El pibe sierrabayense, de 17 años, está teniendo una experiencia de vida increíble en Europa, lejos de sus afectos, de su tierra y de las costumbres, que son totalmente diferentes. A cinco meses de su viaje al país vikingo cuenta qué siente, cómo se ha ido adaptando y lo que vive cada día.

 

 

“Ya hace 5 meses que estoy acá y todavía no entiendo cómo se pasó todo tan rápido. He aprendido muchísimo. Todavía sigo pensando en el día en que llegué y sonrío. Sin pensarlo, se pasaron cinco meses rápidamente en los que tuve momentos buenos y malos, momentos tristes y felices; en fin, muchísimos momentos que no voy a olvidar jamas. Me sintio muy bien, alejándome de lo que me hace mal y sabiendo valorar las cosas; podrán pasar cosas muy duras en la Argentina sobre mis familiares, pero a pesar de eso tengo que salir a la calle con una sonrisa para estar bien” comenzó contando Edgar De Alesandre, el pibe sierrabayense que en agosto se fue a Dinamarca participando de un intercambio estudiantil.

Gracias a Club Rotario Sierras Bayas y a AOMA Olavarría, Edgar terminó de tomar el impulso que necesitaba para tener esta experiencia de vida inolvidable. Se fue con muchas expectativas, pero también tenía numerosas incógnitas por no saber lo que esperaba en Dinamarca. Igualmente, él estaba decidido a irse. “Mamá, quiero ir de intercambio. Y voy a elegir Dinamarca como primera opción” había dicho el año pasado en su casa, y esa firmeza convenció a María para dejarlo partir, aunque ella sufrió mucho porque se iba “el nene”.

“Había momentos que eran como que todo se me venía abajo, pero siempre mi familia estuvo ahí para ayudarme y no dejarme caer; nunca me sentí tan bien estando lejos de mi casa, y a veces siento que viví toda la vida acá y eso me favorece mucho para mi autoestima” agregó Edgar, quien acá estudiaba en la Escuela de Educación Media Nro. 2 y era jugador de fútbol del club San Martín. Por supuesto, también juega al fútbol en las canchas danesas, y también al futsal (fútbol de salón) cuando las bajas temperaturas no ayudan para hacerlo al aire libre.

“La vida acá es muy buena; los días de los mayores se basan en trabajar y los de los adolescentes en estudiar. Mi escuela empieza a las 8.10 y depende los días puede terminar a las 16.30; tienen una vida excelente, sin problemas de trabajo, sin problemas de política y viven su día a día con una sonrisa en su rostro», explicó vía mail.

«Es hermoso vivir acá, ya que como Europa es tan chico pueden viajar a cualquier lado sin problemas. Por ejemplo yo, una o dos veces por mes voy a Alemania, ta que me queda a sólo 30 minutos” agregó Edgar, hijo de María Olguín y José De Alesandre (es palero desde hace más de cuatro años en Cantera Piatti), y hermano de Verónica (35), Stella (33) y Alberto (31).

 

 

 

La vida en Dinamarca

“El clima es duro, de verdad. A veces siento que me congelo; la primera vez que cayó nieve hacía -7° y fue muy lindo, pero al mismo tiempo algo raro levantarme y ver nieve; eso fue lo más hermoso que me pasó en este intercambio. La temperatura no pasa nunca los 2 grados, y esta semana se esperan entre -7° y -10°. El clima es muy húmedo, todo el tiempo está nublado y cada 2 días llueve” explicó Edgar.

“Un día de semana quizás es distinto a la Argentina. Por ejemplo, en este momento es invierno acá y casi todos los días está cayendo nieve, entonces entro a la escuela temprano, casi de noche, y salgo de la escuela también de noche, porque miro el cielo y nunca pero nunca en esta época del año veo un día con sol. Creo que hace más de una semana que no veo el sol, pero me lo tomo con onda. Es que salgo de la escuela (Aabenraa Statsskole) y ya a las 16.30 ó 17 es de noche, y es complicado porque los días son aburridos, ya que llego a mi casa, cenamos entre 18.30 o 19 y después de eso no hay nada más que hacer. En tanto que un fin de semana es muy productivo, porque quizá voy a visitar a otros intercambistas o tengo planes para salir con mi familia. Y a la noche, obviamente, fiesta; es raro, porque las fiestas empiezan a las 20 y terminan a la 1 de la mañana, pero a pesar de eso amo las fiestas que se hacen en Dinamarca” agregó Edgar en su relato acerca de su vida en el país escandinavo, donde le llaman la atención las casas que son muy grandes en general, “aunque aquí dicen que no, que son para gente de clase media. Así que a eso no lo entiendo, porque son casas grandísimas”, dijo.

Aabenraa es una ciudad de alrededor de 30 mil habitantes. “Es muy bonita, rodeada por muchos bosques, y la habita muchísima gente humilde y buena” agregó Edgar, quien llegó el 8 de agosto a Dinamarca y el 11 fue su cumpleaños, por lo que la primera familia que lo recibió (“mis padres dinamarqueses”, afirma) le hicieron mini tortas para festejar.

 

Las fiestas, a la distancia

Por supuesto que pasar Navidad y Año Nuevo lejos de casa, de su familia sierrabayense, de sus amigos del club y del barrio, así como de la escuela, no fue fácil para el pibe olavarriense. Pero se la bancó y lo disfrutó. “Les contaré un poco de la Navidad y Año Nuevo también. La Navidad fue la más linda de todas, poder reunirse en familia y disfrutar cada segundo junto a ellos fue hermoso, aunque fue duro también estar alejado de casa, sin los abrazos de la familia. Lo distinto que tienen las navidades europeas es que la familia pregunta antes de Navidad qué quieres de regalo, y la Navidad es el 24, no después del 24 como hacemos nosotros. Pero a pesar de la distancia, me sentí muy cómodo estando y pasando la Navidad en Dinamarca. Año Nuevo fue algo diferente; fui a una fiesta con muchos intercambistas alejados de nuestras familias y ese fue mi mejor comienzo de año. Poder sentir que te abrazás con alguien que en tan sólo cinco meses se convirtieron como en una familia, es realmente buenísimo”, agregó.

“Con mi primera familia pasé momentos muy lindos; fuimos a exposiciones, a visitar una fábrica de lácteos, para la que nos tuvimos que poner trajes especiales, y también a muchas partes lindas de Dinamarca. También anduvimos por un gran parque de diversiones llamado “Tivoli” que fue lo mejor. Me trataron súper bien y dieron todo por mi, para que yo esté feliz en Dinamarca. Ahora estoy con mi segunda familia, ya hace casi dos meses que estoy con ellos y también me tratan de lo mejor. Siempre que les hablo de la Argentina se interesan mucho por escucharme, me tratan como si me conocieran de toda la vida y eso me encanta. Hasta ya aprendieron unas palabritas en español” terminó contando Edgard, quien en julio volverá a su tierra, a su Sierras Bayas natal.

 

Lo que extraña de la Argentina

“Lo que extraño mucho de la Argentina, además de mis familiares y amigos, es un rico asado de domingo, entre familia o amigos. Extraño mucho los alfajores, las empanadas, el mate, unas ricas tortas fritas, la carne argentina, la libertad y la manera de expresarse que tenemos los argentinos, el dulce de leche, y muchas cosas más que si las nombraría la lista sería larguísima. Pero por suerte hace una semana llegó un paquete que me mandó mi mamá con alfajores, mate, galletitas argentinas y muchos regalos, y eso me puso muy contento. Pero a pesar de eso, se extraña todo”, agregó Edgar De Alesandre.

“De Sierras Bayas extraño juntarme con mis amigos, estar todo el tiempo con ellos y tener su apoyo, salir a fiestas juntos y amanecer juntos, sus abrazos, sus risas; en fin, todo. Extraño más que nada a los chicos de fútbol, porque éramos un grupo muy unido a pesar de la derrota de cada domingo (jajaja), pero siempre salíamos con una sonrisa a jugar los partidos”, dijo Edgar.

“Estoy siempre a la expectativa del fútbol argentino. Cada día miro por Internet a ver si hay cosas nuevas, y más que nada miro las informaciones sobre Boca Juniors, por supuesto. Hablando con un compañero de fútbol de acá, de Dinamarca, me contó que a él le gusta mucho el fútbol argentino y entonces decidí regalarle una camiseta de Boca para que recuerde siempre nuestro fútbol. Y acá siempre miro partidos, todos los de Europa”, agregó el pibe sierrabayense.

“Los jóvenes acá se divierten como todo adolescente, pero es diferente a la Argentina. En la semana estudian y no dejan de estudiar hasta que llegue el viernes; estudian todo el tiempo. Los viernes y sábados mis compañeros siempre van a fiestas y ya el domingo se preparan para ponerse a estudiar. Por eso que los jóvenes de Dinamarca tienen una gran formación”, terminó diciendo Edgar De Alesandre.

 

 

Así nació la historia, en la que estuvo la ayuda de AOMA

Edgar De Alesandre viajó a Dinamarca a través de un intercambio estudiantil, a partir de un convenio que rige desde 2012. “En su oportunidad se hicieron gestiones con el doctor Juan Carlos Ordóñez; luego se lo presentamos a OSAM AOMA, y se mejoró ese convenio que nos dieron. Ahí empezamos con los intercambios” comentaron los dirigentes del Club Rotario Sierras Bayas Stella Contreras (tesorera), Carlos Arturo Iglesias (secretario) y Carlos Medici (presidente), cuando en su momento explicaron cómo se hacía el viaje del pibe sierrabayense.

“Para este año se convocó a un grupo de hijos de afiliados y se les mandó notas a todos los posibles candidatos. De ahí se hizo una selección, algunos quedaron y se les tomó un pequeño cuestionario, porque van al exterior en representación de la Argentina, por lo cual es muy importante que tengan conocimientos de la política argentina, la economía, que conozcan cosas de Rotary porque van a reuniones de clubes rotarios, y también deben conocer el país que visitan. Son representantes nuestros. Tienen que ir con un conocimiento amplio, y quedó Edgar”, agregaron.

Sin dudas, se trata de una experiencia única. Este año Edgar fue el único olavarriense que viajó a Dinamarca, donde permanecerá casi un año, va a la escuela, vivirá en tres hogares diferentes, tendrá sus nuevos “padres” y “hermanos”, conocerá una cultura totalmente distinta a la nuestra e incorporará muchísimos conocimientos y experiencia que nutrirán su vida para siempre.

En tanto OSAM AOMA beca a un estudiante secundario, pero la dirigencia minera olavarriense explicó cómo es ese respaldo económico: se le paga los pasajes y los gastos que tuvo el Club Rotario Sierras Bayas, como visa y seminarios, por ejemplo, para que a los padres no les cueste nada de dinero, explicó en su momento el secretario general Alejandro Santillán, cuya entidad que conduce está cerca permanentemente para facilitarle las cosas a la familia olavarriense que recibió, también, a una estudiante dinamarquesa.

 

(Nota publicada en Diario EL POPULAR, el 12 de enero de 2016)

 

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