En la ciudad de San Juan, a los 21 días del mes de abril de 2016, los trabajadores mineros nucleados en la Agrupación “17 de Octubre” de la Asociación Obrera Minera Argentina, declaramos que:

— Nuestra Nación necesita en forma inminente que todas las fuerzas sociales, políticas y económicas forjen una nueva forma de relacionamiento que se constituya en una plataforma de consolidación del bien común, la racionalidad y previsibilidad productiva, la redistribución de la riqueza y de una imprescindible justicia plena.

— De esta forma lograremos un país que no renuncia a la justicia social, a la igualdad de oportunidades, la generación de puestos de trabajos estables, registrados y genuinos, donde se exhiba que la mujer y el hombre son el eje primordial de una sociedad con derechos y obligaciones y no simples objetos manipulados por el poder de turno.

— Anhelamos una sociedad con calidad de vida, mejora permanente, necesidades básicas satisfechas y una promoción de superación individual y colectiva constante e ininterrumpida, a la que accedan todos los componentes de la sociedad, sin ningún tipo de exclusión.

— Estas premisas deberán ubicarse por encima de intereses individuales o de sector de privilegios; de la misma forma que los trabajadores mineros argentinos lo hemos concretado para que cada componente de esta industria, perciba, alcance y sostenga los derechos que se obtuvieron.

— Los integrantes de AOMA podemos afirmar que el pleno funcionamiento de la gestión y representatividad gremial permitió consolidar una industria minera, alcanzando en consecuencia bienestar, calidad de vida, inclusión, promoción y estabilidad social en los últimos 25 años.

— Es nuestra voluntad proponer a toda la sociedad argentina un modelo sindical basado en la real participación, la búsqueda permanente de consensuar lineamientos de acción y expansión, poniendo en el horizonte consignas muy claras como Responsabilidad, Respeto, Compromiso, Lealtad, Transparencia y Convicción.

— Nuestra organización sindical tiene 63 años de vida, esta fue basada en más de cien años de historia de expresiones sindicales. Pero vigorizada, mediante la unión, actualización y una tarea diaria que imprimió a fuego la consigna de llevar los derechos de los trabajadores donde exista un trabajador minero, dado que esa es la base fundacional de AOMA.

— Alcanzar objetivos de trascendencia para el trabajador minero no significa sólo un buen acuerdo paritario, es más amplio. Es poder obtener lugares de trabajo seguros; coberturas de

salud eficientes; hoteles y centros de recreación para la familia minera; capacitación permanente y el no renunciamiento a la realización personal y familiar de cada trabajador.

— Este perfil que hemos logrado como asociación es irrenunciable.

— Por eso debemos ratificar que en nuestra institución no hubo y no existe lugar para dobles intenciones, especulaciones individuales o atajos. Quienes abordaron esta instancia no poseen espacio ni reconocimiento dentro de la institución.

—AOMA ha logrado reconocimiento en escenarios internacionales y nacionales para escuchar su prédica y visión de aspectos que hacen a la industria y a diferentes temáticas. Este logro es consecuencia del liderazgo sectorial y la prestancia que ofrece su presencia sindical.

— Al mismo tiempo es relevante destacar la solvencia económica y patrimonial obtenida en los últimos 12 años. Este hito permite destacar la administración y el cuidado del dinero aportado por todos los trabajadores mineros. Esto se refleja en la permanente adquisición de bienes inmuebles en las distintas seccionales; la hotelería; el parque automotor y las prestaciones de recreación y turismo que benefician a nuestros afiliados.

— Con respecto al rol de la juventud y la mujer, es importante destacar el significativo avance en esta materia. En AOMA no se proclama, es una realidad. Los resultados son muy importantes. Hoy en el Secretariado Nacional y las diferentes seccionales, dan testimonio de ello. La mujer y la juventud poseen un lugar preponderante.

— Observamos que los dirigentes de base poseen una participación activa dentro de la organización, y esto se activa con el aporte de la juventud. En todos los yacimientos del país existe apertura y convocatoria permanente para canalizar la participación de compañeras y compañeros, quienes además se nutren en las permanentes capacitaciones sindicales que ofrece el gremio.

— Esta descripción nos alienta a ratificar la decisión y voluntad del Secretariado Nacional de trabajar más en la formación de cuadros dirigentes. Esta inversión en conocimiento y potencialización de nuevas capacidades es un logro que trasciende en forma social. Es sin duda un gran acierto acercar conocimiento y técnicas de trabajo a quienes cumplen tareas dirigenciales. Esto habla de futuro, de renovación y actualización permanente.

— Sobre la nueva coyuntura del país ante el recambio del gobierno nacional y los gobiernos provinciales, ratificamos nuestra vocación por el diálogo y la búsqueda del consenso sin que se nos pida ningún tipo de renunciamiento.

— AOMA demostró siempre este tipo de concepción que excede cuestiones partidarias y coyunturas políticas. Dialogar es formar parte de una mesa de trabajo y debate. Nunca significará sometimientos ni acuerdos espurios.

— Ratificamos nuestra clara y precisa historia. Sumaremos apoyo en el beneficio supremo hacia el trabajador; nos opondremos sin tregua ante cualquier intención de retroceder en el cumplimiento de nuestros derechos.

— Ofrecemos nuestra acción y prédica para consolidar beneficios para toda la Nación. Entendemos, y somos muy conscientes, que la industria minera puede satisfacer las demandas que exhibe el país en la generación de empleo y riqueza. Pero exigimos que exista siempre una justa y racional distribución de la renta, tanto para el trabajador como para las comunidades donde se ubican los yacimientos.

— Al mismo tiempo exigimos a los gobiernos y empresas mayor voluntad de transparencia y eficiencia en los controles del cuidado ambiental. Para ser creíbles, no sólo hay que pretenderlo, sino que, deberán serlo. Y esto se logra con la aplicación de las leyes y el cumplimiento de las normas.

— Hay que despojarse de fanatismos y ser serios ante la sociedad. Cuando existen errores hay que reconocerlos y no escudarse en defensores condicionados. Hay que hacer las cosas bien. No podemos darnos el lujo de cometer errores que tiran por la borda todo lo hecho bien en esta industria en los últimos 20 años.

— AOMA proclama el sostenimiento de gremios sólidos y fuertes. De esta manera se logra la equidad de fuerza ante el sector de las patronales.

— Los gremios representativos y eficientes no sólo poseen legalidad, son instrumentos de transformación que responden a la sociedad y forjan huellas de igualdad.

— Un gremio como AOMA es garantía de la defensa irrestricta de los trabajadores y sus derechos. Es la garantía de una paz social que sintetiza la voluntad de 35 mil familias en todo el país.

— En este tiempo, como a lo largo de la historia, AOMA ratifica que es imprescindible consolidar el arribo de más inversiones en la Argentina. Por eso hacemos escuchar nuestra voz ante los inversores extranjeros.

— AOMA pregona la generación de Políticas de Estado para la industria minera y así sostener el desarrollo constante. El desafío es saber asimilar los errores del pasado y sus aciertos.

— En relación a los anuncios de cierre de mina en diferentes yacimientos es nuestro deber denunciar la necesidad de poseer reglas claras de procedimientos. De la misma forma que debe estar regulado cada cierre desde lo económico y ambiental, exigimos un protocolo para los trabajadores y su estabilidad laboral. Reclamamos un cierre de mina planificado, consensuado y participativo. Nos oponemos a ser convidados de piedra.

— AOMA le reclama al gobierno nacional que establezca normativas sobre los ciclos económicos de los yacimientos. No puede ocurrir que las variables de ajustes en los ocasos de los yacimientos se compensen con el despido de trabajadores. Debe imperar una racionalidad que le asegure al trabajador estabilidad hasta el final de la faena sin que se vean afectados sus ingresos y estabilidad laboral.

— Los trabajadores mineros nos solidarizamos con los compañeros que se enfrentan ante una inminente pérdida de su trabajo. Exigimos a las autoridades hacer verdaderas gestiones a los

efectos de contrarrestar la ola de despidos y los inminentes detrimentos de puestos de trabajo que estamos experimentando en los últimos meses.

— Es imprescindible que los funcionarios del ámbito nacional y provincial pongan atención y tomen recaudos para evitar el avance de los Procedimientos Preventivos de Crisis a la que recurren algunas empresas con intención de no hacer frente a la replanificación de la explotación de recursos, las que priorizan el negocio a costa de la paz social y los conflictos que estas decisiones generan.

— No queremos pensar que la culminación repentina de un proyecto tenga más que ver con una mera especulación financiera de una multinacional a la espera de que aumenten aún más los precios de los metales. Mucho menos suponer que las autoridades provinciales o nacionales a través de sus autoridades puedan avalar una operación de estas características.

— Permitir la especulación financiera por sobre los intereses de los trabajadores y las comunidades sería una enorme irresponsabilidad de la política.

— El gobierno, que se propuso no sólo cuidar a los trabajadores sino crear nuevos puestos de trabajo, no puede permitir miles de despidos en zonas donde no abundan empleos privados.

— Las empresas cundo buscan acomodar balances y resultados no priorizan al trabajador, la familia y la comunidad. Esto se ve agravado por la improvisación y falta de gestión y dedicación de las autoridades competentes.

— Los trabajados mineros concebimos que un cierre de mina no debe tener implícito el fin de la vida útil del trabajador.

— El Estado debe poner seriedad a los planes de alternativas laborales ante la fuga productiva de la empresa. Los mineros queremos ser mineros, queremos previsión, seriedad y políticas de Estado claras.

— Reiteramos a nuestros legisladores revitalizar los proyectos de jubilación anticipada de los trabajadores mineros. Insistimos una vez más que las altas o bajas temperaturas; el trabajo a la intemperie; la rigurosidad de la modalidad laboral minera es de situaciones extremas y de largos períodos fuera del hogar, éstas demandan poseer tiempos de retiros que permitan una vida digna a partir de los 55 años.

— Como organización gremial reiteramos que los salarios no son ganancias. El gobierno nacional debe cumplir con su palabra de campaña y quitar el impuesto a los sueldos.

— Ratificamos una vez más que el impuesto al salario y la inflación son una combinación letal para los trabajadores argentinos.

— Así como desde un sector se pide estabilidad tributaria y fiscal, los trabajadores exigimos estabilidad laboral, sin ajustes ni costo social.

— Que la prioridad del gobierno sea siempre la inversión real, la producción diversificada y la generación de empleo. La obligación debe ser con el pueblo trabajador y no con los capitales de la especulación.

— La reciente eliminación de las retenciones a la actividad minera, conjuntamente con una brutal devaluación llevada a cabo por el actual gobierno nacional, disminuyeron los costos de las empresas y mejoraron sus ingresos. Estas fueron medidas celebradas por los inversores externos. Por eso no se encuentran motivos que puedan justificar el fin de las operaciones y las consecuentes pérdidas de trabajo.

— Las prioridades del gobierno nacional fueron de manifiestas ventajas y mejoras para los sectores empresarios. Los trabajadores anhelamos preservar nuestra calidad de vida con salarios dignos, actualizados y con poder adquisitivo real.

 

Héctor Oscar Laplace

Presidente de la Agrupación “17 de Octubre”

ASOCIACIÓN OBRERA MINERA ARGENTINA

 

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