(23/6/19) Los restos del abogado que fuera secuestrado, torturado y asesinado en 1977, que defendió siempre a los trabajadores de Loma Negra, estarán en su ciudad. La familia del recordado “Negro” Moreno decidió cremar sus restos y esparcir las cenizas en tres sectores de Olavarría. Su hijo Matías contó cómo fueron esos momentos tan especiales e íntimos que vivieron el jueves 20 de junio.
El doctor Carlos Moreno, desaparecido y asesinado en mayo de 1977. El acérrimo defensor de los trabajadores de la empresa Loma Negra, que fuera secuestrado, torturado y luego asesinado, fue un emblema para todos los mineros, y su familia decidió este jueves 20 de junio traer sus cenizas a Olavarría. Matías Moreno, uno de los dos hijos del recordado “Negro”, fue el encargado de hablar respecto de lo que decidió su familia, que trajo sus cenizas que fueron esparcidas en distintos sectores de la ciudad.
“Este jueves llevamos las cenizas de papá a su ciudad natal. Había tres cosas que mi padre amaba: en principio, la ciudad de Olavarría, donde él nació, creció y se formó como persona; a los trabajadores mineros, indudablemente, ya que dio la vida por eso; y a su familia. Así que nosotros como familia quisimos respetar ese deseo y regresar a papá a su lugar, que es Olavarría. Lo hicimos ahora porque en su momento, cuando entregaron su cuerpo le pusieron a sus familiares una condición: que no lo llevaran a Olavarría, ya que justamente había una huelga de los trabajadores de Loma Negra exigiendo la aparición con vida del doctor Moreno, inclusive con algunas pintadas. Entonces (Ramón) Camps, que era el jefe de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, lo entregó con esa exigencia, que no lo llevaran a su ciudad. Así que el cuerpo de mi padre estuvo durante más de cuarenta años en La Plata” comenzó diciendo Matías Moreno.
“Inclusive el cuerpo sirvió para que se hiciera una nueva autopsia, en 2011, al momento de la instrucción del juicio que después se lleva a cabo en 2012, donde esa autopsia demostró claramente cómo lo habían matado. Se confirmó la entrada y salida de la bala, que fue de arriba hacia abajo, y él en una posición arrodillado con lo que se confirmó la hipótesis de que fue fusilado. Así que una vez cumplimentado el juicio y haber logrado la condena por los autores materiales, como familia decidimos cremar sus restos y llevarlos a Olavarría. Fue este jueves 20 de junio en una ceremonia íntima. Quisimos hacerlo de esa manera, con mi mamá (Susana Lofeudo), mi hermano Martín y mi tío Héctor, hermano de papá, y mi tía Margarita Moreno que viajó desde Tandil a Olavarría” señaló Matías, respecto de la decisión que tomó la familia directa del “Negro”.
“Las cenizas fueron esparcidas en AOMA, en el monolito que se encuentra en la Delegación de Loma Negra, debajo del monolito que le hicieron los dirigentes del sindicato a fines de 2014; también en el barrio del club El Fortín, donde él pasó su infancia y su juventud, ya que luego se trasladó al barrio San Vicente, y por último otras cenizas fueron esparcidas en el Parque de la Memoria, ya que entendemos que él es parte de los 28 desaparecidos de Olavarría”, agregó.
“Nos cruzamos con algunos conocidos en la calle, por lo que nos dejaron sus mensajes, en esta vuelta definitiva de papá a su querida ciudad. Tuvo una gran carga emotiva, por supuesta, pero también sentimos ese orgullo de haber cumplido la tarea de la familia de traerlo a su lugar de origen. El Negro volvió a Olavarría 42 años después” terminó diciendo Matías Moreno.
La familia Moreno se había comunicado con la dirigencia de AOMA Olavarría, ya que hay un especial acercamiento debido a que el abogado era un defensor de los trabajadores de la empresa Loma Negra, para compartir ese momento tan especial e íntimo de su esposa y sus hijos. Pero fue imposible para los dirigentes mineros porque justamente debieron estar presentes en Barker, donde se realizó una asamblea en la que se buscaba una solución al conflicto, precisamente, con la empresa cementera en esa localidad del partido de Benito Juárez.
De tal manera, Alejandro Santillán (secretario general de AOMA Olavarría) señaló que “lamentamos en el alma no poder estar en ese momento tan especial junto con la familia del Negro Moreno. Fue imposible. Pero nos sentimos orgullos y contentos con la decisión de la familia de esparcir parte de sus cenizas en nuestra sede de la delegación lomanegrense, y desde la organización con Héctor Laplace y la dirigencia de Olavarría respaldamos y los apoyamos en este momento. Siempre el Negro Moreno está y seguirá estando en nuestro recuerdo, en nuestro corazón, y en el escudo de AOMA siempre habrá un lugar para quien defendió tanto a los trabajadores de nuestro sector, tanto que le costó la vida, y a eso nuestro sindicato jamás lo va a olvidar. Carlos Moreno permanecerá en nuestra memoria por siempre”.