(23/Dic/16) El licenciado Eduardo Chorén, asesor de la OIT, llegó a Olavarría a brindar una capacitación y dijo: «Si el empleador pensara en el trabajador como ser humano, lo cuidaría como a su familia». Lo dijo este martes 20 el licenciado en Seguridad e Higiene, además de capacitador y asesor de la Organización Internacional del Trabajo. En un curso de capacitación organizado por La Casa del Trabajador, realizado en el salón de AOMA Olavarría, abordó los derechos de los trabajadores de distintos rubros en materia de salud laboral. Al finalizar el curso, por la tarde, se entregaron los certificados a todos los concurrentes.

Lic. Eduardo Chorén.
Lic. Eduardo Chorén.

«El empleador que no protege a sus trabajadores es el que está en deuda con su vida, con su integridad». De esta forma, el licenciado Eduardo Charén inició su charla con EL POPULAR, previo a brindar una completa capacitación sobre «Salud y Seguridad en el Trabajo», organizada por La Casa de Trabajador.

El encuentro fue este martes 201 en la sede de AOMA (Asociación Obrera Minera Argentina) de la calle Alsina 2556, con la presencia de referentes de los gremios que integran la entidad, y fue una buena ocasión para aprender sobre derechos en materia de seguridad e higiene, algo que está más asociado a los empleadores que a los trabajadores.

Una vista de la jornada.
Una vista de la jornada.

La jornada de capacitación se inició a las 9 de la mañana con las palabras de bienvenida de Alejandro Santillán, secretario general de AOMA, quien dijo que «si bien los gremios estamos acostumbrados a tener capacitaciones, lo bueno es que de diferentes áreas nos sentemos a aprender todos. Debemos ir absorbiendo conocimiento, uno va aprendiendo día a día».

Por su lado, el presidente de La Casa del Trabajador, Juan Sánchez, remarcó que el encuentro de ayer se llevó a cabo «gracias al esfuerzo de todos los gremios, por eso estoy agradecido con la colaboración con esto que nació como una utopía de trabajar mancomunadamente defendiendo en todo lo que se pueda al trabajador y brindando capacitaciones para que los propios trabajadores tengan herramientas para defender sus derechos. Eso hoy lo podemos concretar. Espero que sea provechoso y sea el primero de muchos que queremos realizar».

Eduardo Chorén fue el disertante de la jornada, quien abordó temas como la estructura del Sistema de Riesgos de Trabajo, normativas, accidentes de trabajo y enfermedades profesionales, obligaciones y derechos de los trabajadores, aseguradoras y empleadores. Chorén es asesor técnico de la Secretaría de Higiene, Medicina y Seguridad en el Trabajo de la Faecys y formador del programa Actrav (Actividades para los Trabajadores) de la OIT (Organización Internacional del Trabajo).

Obligaciones y derechos

-Cuándo se habla de seguridad e higiene se piensa en las leyes y el empleador. ¿En qué momento interviene el trabajador en este proceso?

-Los empleadores deben cumplir con determinadas leyes vinculadas a la seguridad e higiene. Pero no se puede hacer prevención para los trabajadores sin el trabajador. De modo que es importante no sólo que el trabajador tome conciencia de los riesgos, porque es quien está en contacto permanente con el riesgo, sino que además debe conocer sus derechos. Porque el que no conoce los derechos que le asisten, de cuidado de su salud o dignidad, termina agradeciendo como si fuera una dádiva cualquier mejora. Y se le genera inconscientemente una deuda con el empleador. Además, el empleador que no protege a sus trabajadores es el que está en deuda: con su vida, con su dignidad, con su integridad y con parte de la sociedad. Cada vez que se producen lesiones o muertes por problemas en el trabajo, yo me resisto a llamar accidentes, porque eso es algo imprevisible. Los riesgos en los lugares de trabajo son previsibles cuando se trabaja a conciencia. Y considerando al trabajador como lo que es: un ser humano. Si el empleador pensara en el trabajador como ser humano lo cuidaría como a su familia.

-¿Qué reacciones tienen los empleadores cuando usted plantea esto?

-Me ha sucedido de decir «estas condiciones son muy peligrosas para los trabajadores». Nos dicen «es lo que tenemos». Entonces la respuesta que doy es «usted pondría a sus hijos, sus nietos, su mujer a hacer ese trabajo?», para que me respondan «yo por eso pago». Esta conciencia está muy arraigada, que por plata tenés que hacer cualquier cosa y entonces terminamos aceptando condiciones por desconocimiento de los efectos de esos riesgos y de derechos. Terminamos aceptando que es lo que hay, que así se trabaja… No es así, de modo que es tomar conciencia del riesgo, saber qué le puede pasar y qué medidas hay que tomar.

-Hay medidas que corresponden a los trabajadores y otras a los empleadores…

-El trabajador no puede tomar medidas preventivas, porque implican inversiones, cambios en la organización del trabajo, pero sí saber cómo reclamarlas.

-Más allá de las diferencias en cada rubro, ¿hay puntos en común a la hora de pensar en términos de seguridad e higiene?

-El denominador común es el problema de organización del trabajo. Cuando el trabajo está mal pensado, no está bien diseñado, hay decisiones de la empresa que permite que existan riesgos. En las empresas que tienen política corporativa de prevención a rajatabla (grandes metalúrgicas, mineras), los riesgos están extremadamente controlados, pero pueden aparecer problemas derivados de la organización. No digo que sea adrede, pero es derivado y originado en malas decisiones organizativas.

«Tomar conciencia»

-¿Cómo se ubica nuestro país al hablar de seguridad, salud e higiene en los lugares de trabajo?

-La Argentina no está muy bien calificada. Está floja, yo no le pondría un 8.

-¿Hay países que se destacan?

-Y, en Europa sí. Alemania es un lugar espectacular para trabajar. Pero es cierto que hay muchos países de Europa que tienen problemas serios, pero tienen otros enfoques sindicales. En Italia, que tienen tres centrales obreras bien definidas y enfrentadas políticamente, en cuestiones de salud y seguridad en el trabajo salen juntos a la calle por un reclamo. Hacen propuestas y se unen.

-En nuestro país los reclamos gremiales siempre pasan por lo salarial. Nos falta mucho camino por recorrer…

-Sucede eso justamente porque no se conocen derechos. Cuando hay medida de fuerza por salarios mal pagos o bajos, la sensación térmica en la sociedad es que está bien que reclamen porque no les están pagando. Cuando hacen una medida por salud y seguridad, dicen directamente que «les buscan el pelo al huevo, no quieren trabajar». Pero el derecho a la vida, la salud, la integridad está por encima del dinero. Porque además no hay dinero que pague ninguna mutilación ni una muerte. Ni que te restituya la salud, porque cuando la perdiste no podés hacer nada.

-¿Estas capacitaciones pueden ser el puntapié inicial para empezar a tomar conciencia y cambiar el enfoque a la hora de pensar los ambientes de trabajo?

-Sin duda. Son muy enriquecedoras. Yo aprendo mucho, porque el compartir experiencias te permite que el próximo curso tenga contenidos del anterior. Yo soy un técnico, el que sabe de trabajo es el que lo realiza. Esa subjetividad debe ser atendida y considerada fuertemente, porque sólo el periodista sabe sus riesgos, o el que trabaja picando paredes sabe del dolor cuando se lastima. Esa subjetividad debe ser escuchada. Hay que hacer muchísimos de estos encuentros. La Ley de Riesgos de Trabajo fue promulgada en 1996 y aún es desconocida, y muchos trabajadores no saben ni qué ART tienen… mucho menos cuáles son sus derechos y obligaciones. Pero existen derechos y debemos empezar a conocerlos y reclamarlos.

(Nota publicada en Diario EL POPULAR, el miércoles 21 de diciembre de 2016)

 

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