(9/11/17) La empresa de la rama Cal y Piedra en forma intempestiva decidió cerrar la planta de Olavarría, como pasó hace poco con la de Córdoba, por lo que de las cinco sólo tres permanecen trabajando. Cefas es propietaria de capitales mexicanos, que de un día para el otro tomaron esa medida que golpea muy duro a los trabajadores olavarrienses. Ni el Municipio ni el Ministerio de Trabajo sabían que eso iba a ocurrir. AOMA Olavarría salió al cruce para defender los puestos de trabajo.
Una decisión tan contundente como sorpresiva fue la decisión que tomaron los empresarios dueños de la Calera Cefas, que se encuentra en el partido de Olavarría, ya que ayer determinaron cerrarla y por lo tanto 56 trabajajadores se quedaron sin trabajo, más allá de que los dueños -que son de capitales mexicanos- pagarán las respectivas indemnizaciones tal como lo estipula la ley.
La empresa Cefas, líder con más de 20 años de experiencia y segunda productora de cal (llamada El Milagro) en la Argentina, había concretado en agosto de 2016 una sociedad con el grupo mexicano Calidra. El grupo Calidra, el cuarto productor de cal a nivel mundial y primero en América Latina, había anunciado en ese momento la compra del 51% (poniendo 50 millones de dólares) del paquete accionario de la firma Cefas, que es dueña de la tradicional marca de materiales de construcción, y que tenía cinco plantas distribuidas en distintos puntos del país. Dos de ellas, la de Córdoba y ahora la de Olavarría, están cerradas.
Pero los empresarios de origen mexicano, decidieron cambiar de rumbo. Más allá de la difícil situación económica del país, el sector minero se encuentra en un buen momento y los directivos de Cefas anunciaron el cierre, en una deeterminación totalmente intepestiva. A tal punto que supieron antes los dirigentes de AOMA Olavarría (sindicato al que se encuentran afiliados sus trabajadores) que el Ministerio de Trabajo e inclusive la Municipalidad, por lo que esta situación tomó por sorpresa a todos.
Llegaron ayer (martes) a Olavarría (los empresarios) para anunciarle a su plantel jerárquico que desde este miércoles mismo Cefas dejaba de funcionar, por lo que fueron el secretario general minero Alejandro Santillán y el tesorero Bruno D´Amico los encargados de transmitirles la mala noticia a los trabajadores afiliados, que incluye al secretario adjunto, Pablo Teixeira, como uno de los tantos perjudicados.
Todo eso indica una enorme desprolijidad empresarial, aunque todo queda en un segundo plano ante la terrible situación de que 56 personas, o familias, quedan sin su fuente de trabajo. Este jueves por la mañana (a las 10) habrá una reunión en la Delegación Regional del Ministerio de Trabajo, adonde irán los dirigentes de AOMA para reunirse con Javier Orsi, para plantear la continuidad de los trabajadores en sus puestos, con gente que hace más de cuatro décadas dando y dejando todo por la empresa.
Por lo tanto Alejandro Santillán llamó a conferencia de prensa para que la ciudad toda tenga conocimiento de lo que está ocurriendo en la empresa Cefas, y para alarmar ante esta situación que refleja una política que refleja un llamativo proceder de los empresarios, extranjeros fundamentalmente, que compran, invierten mucho dinero y luego de un año (como pasó en Cefas) cierran las empresas, aun cuando los números le dan un saldo positivo.
Inclusive, el yacimiento de Cefas tiene para cinco años más de explotación, pero el poco interés que estaban mostrando los empresarios en los últimos meses para mejorar y para mantener las ventas, hicieron que llamara la atención a los mismos trabajadores y a la dirigencia de AOMA. Algo raro se estaba gestando, y finalmente ocurrió ayer con el anuncio del cierre de la calera. Estas fueron algunas de las frases que dijo Alejandro Santillán durante la conferencia de este miércoles en la sede de la calle Alsina:
— “Este martes tuvimos una reunión en Buenos Aires con Pedro Brandi, que es el dueño y jefe de recursos humanos de Cefas a nivel nacional. Queríamos saber la situación, porque antes tuvimos reuniones acá en Olavarría. Había cosas que nos hacían ruido, como la poca preocupación de la parte jerárquica respecto de la producción. Nos preocupó lo que pasó en Quilpo, Córdoba, que es de esta misma firma y la cerraron. La gente de acá decía que no iba a resignar ni una bolsa en el mercado, pero se veían cosas que preocuparon a los trabajadores. Y ayer nos dijeron que dejaban de lado la cal de la construcción para dedicarse a las cales industriales, porque la cal de la construcción está absorbida por las multinacionales”.
— “De esto nos enteramos el martes por la tarde y cuando preguntamos cuándo sería el cierre, nos respondieron que era ya, de inmediato. Así, entre 50 y 60 trabajadores están en esa empresa. Queremos llegar al poder político para pedir un respaldo. Esto no puede pasar. La minería es una de las actividades principales de Olavarría y no puede ser que un empresario, por más que tenga el dinero, indemnice a los trabajadores y cierre, se vaya y se lleve las herramientas para otro lado. Acá debe haber una respuesta política y una respuesta del Ministerio de Trabajo”.
— “Quise hablar con Galli y me atendió un colaborador (Julio Valetutto), quien le iba a informar. Esto nos afecta a todos. También fui al Ministerio de Trabajo a hacer la presentación de lo que tristemente nos enteramos. Este martes al mediodía tuvimos una reunión con los compañeros afiliados, también con quienes prestan servicio en camiones y se van a quedar sin trabajo, y les contamos la decisión de la empresa. Lamentablemente, no tuvimos tiempo para nada. El gremio no tuvo la posibilidad de colaborar para evitar esto. Estamos desconcertados y enojados. Inclusive el Municipio y el Ministerio se desayunaron de la noticia cuando se la dimos nosotros”.
— “Esto no se puede permitir. Mañana va a venir otra empresa y va a hacer lo mismo, y las secuelas que dejan con estas decisiones son muy importantes. Héctor (Laplace) también estuvo en la reunión en Buenos Aires, en una reunión bastante tensa, y luego llamó a (Daniel) Meilán, secretario de Minería de la Nación, para ponerlo en autos de lo que estaba pasando y para que nos den explicaciones. La Argentina está pidiendo inversiones, y Calidra compró cinco plantas de Cefas y en poco tiempo cerraron dos. Si van a venir inversores así, que se queden en su país. Por eso, en esto nos tiene que defender el poder político”.
— “Un proceso de cierre es traumático, pero ahora habrá que buscar la forma de reubicar a 56 trabajadores, que estén en otros yacimientos. Pero necesitamos tiempo para eso, por lo que queremos que intervenga el Ministerio para poner orden. En cuestión de horas nos dijeron que cerraban, y lo hicieron. Este jueves estarán llegando los telegramas de despido a los compañeros. Creo que esto es algo que Cefas venía digiriendo desde hace tiempo. Lo que nos enoja que a esto lo veníamos viendo desde hace un par de meses y cuando nos reunimos con el jefe de recursos humanos, para que los trabajadores no estén preocupados, nos respondieron que estaba todo bien y que se iba a salir adelante. Pero vendían lo que producían, y si no vendían no les importaba”.
— “Necesitamos el apoyo del poder político para encontrar una solución. Galli está en conocimiento de esto. No queremos estas situaciones, ni para la minería ni para nadie. Acá Galli no tiene nada que ver y ahora tiene una papa caliente, tampoco es culpa del Ministerio, pero cada uno debe hacer algo para mantener esta fuente de trabajo o generar algo para solucionar el tema. Esta situación nos supera. La facultad de hacerlo es del poder político. Esto va a golpear mucho a Olavarría”.
— “Acá la empresa no quiebra, sino que toma otro rumbo. Está claro que no hay responsabilidad empresarial de parte de Cefas. Está en su derecho de dedicarse a otro rubro, quizá, pero no pueden dejar 56 personas en la calle. Los trabajadores no somos descartables y creo que tienen que esperar para que los obreros puedan insertarse en otro trabajo. En menos de 24 horas los obreros fueron manoseados y quedaron en la calle”.
— “Nos pega a AOMA, pero también al Intendente porque acá se genera desocupación. Los laburantes no invertimos en la Bolsa, sino que compramos en el almacén, en un negocio de ropa, y eso ya no va a estar. En la rama de Cal y Piedra tratamos de subsistir. Y esta gente cerró y se va a llevar todo, como palas o molinos. ¿Pero por qué llegar a un conflicto así, de un día para el otro?. En la Argentina queremos que lleguen dólares desde afuera, pero Calidra ya cerró dos plantas, y Cefas venía con una estructura a nivel país de 500 trabajadores y hoy apenas superan los 200. Esta es una política que alguien deberá frenarla”.
(Nota publicada en Diario EL POPULAR).