(31/12/17) Es muy común ver a Horacio Carlucho, dirigente de AOMA Olavarría, en la organización del viaje de fin de curso a Villa Carlos Paz, donde en 2017 estuvieron 70 hijos de afiliados mineros que culminaron la escolaridad primaria. Es el coordinador general (junto con el profe Sartori, que se encarga de manejar a los chicos en Córdoba) y está en todos los detalles, tanto acá mientras se organiza el viaje o en Carlos Paz.
Con el respaldo que brinda el Sindicato, a partir de la gestión de Alejandro Santillán, se organiza un viaje que es realmente espectacular y envidiable para cualquier institución gremial, brindando un hermoso beneficio para los chicos de 12 años que tienen la posibilidad de compartir y disfrutar durante tres días, más los dos de viaje, de una experiencia única e inolvidable. Horacio, luego de regresar feliz y cansado de tierras cordobesas, contó detalles de lo que fue este nuevo viaje a la bella ciudad cordobesa:
Este 2017 el viaje a Córdoba fue con menos chicos que el año anterior, pero con la misma responsabilidad…
“Como siempre digo, todos los viajes son distintos. Los chicos son diferentes. A veces, o generalmente, en tres días que estamos en Córdoba no podemos cambiarle la mentalidad a los pibes. Lo que sí les decimos que es un paso importante porque están terminando la escuela primaria y al año siguiente van a ir a la secundaria. En primaria van con compañeros que inclusive conocen desde el jardín de infantes, pero cuando pasan a la secundaria se van separando y todo cambia. Por eso este viaje es bueno para que participen, para que se vayan conociendo con chicos que nunca habían tratado, que se tengan respeto entre ellos y también a los mayores, como decir buen día cuando se levantan, o buenas tardes, muchas gracias, permiso, gracias, que la heladera no está abierta las 24 horas del día como ocurre en la casa. Acá tenemos horarios para desayunar, almorzar, merendar y cenar; tampoco pueden estar dos horas en el baño cuando son tres chicos en una habitación y en menos de una hora se tienen que bañar los tres. Es un viaje muy lindo el que cada año hacemos a Córdoba, pero los chicos vienen con distintas convivencias, porque hay quienes conocen todo el país y otros que no salieron de Olavarría, pero al ver la felicidad en sus caritas uno se pone también muy contento.
¿En la mayoría se nota el despegue de los padres, porque a esa edad están acostumbrados a una forma de ser en su casa y en tres días se tienen que adecuar a un régimen diferente de vida?
Se nota mucho, sí. Hay chicos que extrañan, sin dudas, pero para eso está el dirigente para hacer un poco de padre en esos momentos, hacemos contención, como también lo hacen los profesores y las profesoras. No sé si sería un despegue, pero es una etapa nueva de la vida que cumplen los chicos y aún no están acostumbrados. Cuando les vemos las caras de asombro, o en las confiterías bailables adaptadas para ellos donde hay cuatro mil chicos de la misma edad (12 años), cuando los vemos en los parques temáticos o en los piletones (por donde pasan 8 mil personas), es algo increíble. Cuando lo comentamos en las reuniones la gente dice que le estamos abriendo con esos números, pero cada vez que nos organizamos para hacer este viaje hablamos directamente con los gerentes generales de esas empresas. Fue a visitarme al hotel de AOMA el gerente general de Peko´s, Esteban González, y casi son los dueños de los hoteles, y me dijo que este año vendieron casi 125 mil plazas o entradas de chicos de hasta 12 años. Pasaron la cifra del año anterior, que fueron 118 mil. Peko´s es un parque que tiene más de 200 empleados, allí están haciendo un hotel, y muchos juegos como el tonel, autitos chocadores, un mago, lobos marinos, el cine 5D que es el más grande de Latinoamérica, la montaña rusa, el laberinto de espejos, y tantas cosas que los chicos ven y se asombran. Podemos disfrutar todas las actividades pero a veces no nos da el tiempo, ya que acá prevemos una cosa y allá a veces cambia porque dependemos del clima, y entonces reacomodamos el programa para felicidad de los chicos.
Está bueno lo que hacen con los profesores de educación física, los días previos al viaje, cuando los reúnen para hablar y compartir un par de horas con juegos y entretenimientos, para que se vayan conociendo y hay una integración entre ellos…
Sí, se hace una semana antes de viajar. Es para que se integren, para que se conozcan entre ellos, porque son de distintas escuelas. Hay chicos de Colonia San Miguel, Sierras Bayas, Sierra Chica, Hinojo, Colonia Hinojo, Loma Negra, de distintos puntos de Olavarría, este año viajó un chico de Pigüé, Tisiano Flores. Traté de convencer a los padres para que fuera. Muchos creen que este viaje se arma de un día para el otro, pero comenzamos a trabajar en febrero cuando a AOMA le llegan todos los datos de los chicos que finalizan la escolaridad primaria. Entonces allí vamos viendo la cantidad de chicos que pueden viajar, empezamos a ver el organigrama, contratamos los micros, el hotel de AOMA –que se pide con antelación- y esa es una gestión de Fernando Martín, el secretario de acción social y turismo del Sindicato, quien lo solicita primeramente a Buenos Aires y también se encarga de la parte gastronómica, en cuanto a la comida que se va a utilizar en Córdoba. Hay comidas especiales en algunos casos.
¿La satisfacción como dirigente y organizador es ver primero la sonrisa de los chicos y después los comentarios de los padres?
Los padres, cuando los llamamos a una reunión previa y les damos las garantías, a veces no alcanzan a comprender todo y es lógico. Una cosa es la garantía y luego los resultados que tenemos en Córdoba, pero la gente se pone muy contenta. Lo vemos en los mensajes que nos dejan y que nos llegan a mí, a la página web de AOMA, a los demás dirigentes y a los profesores. Son comentarios muy alentadores. Uno trabaja para hacer bien las cosas, pero es un desgaste muy importante porque se viene organizando desde febrero. Inclusive, este año nos enteramos –apenas una semana antes de la Fiesta del Día del Minero- que no podíamos ir con los micros que íbamos siempre por una reglamentación que hay en Córdoba. Hice un poco de silencio para esperar que se hiciera la fiesta y después les avisé a los demás, y diez días antes del viaje no teníamos micros. Llamamos a todas las empresas de Buenos Aires, pero teníamos un contacto en Córdoba, más precisamente del hotel Colonial (que es el otro hotel que utilizamos para alojar a la delegación), y solucionamos el problema. Nos vinieron a buscar desde Córdoba.
¿Salió todo tal como estaba programado?
El programa que teníamos salió tal como queríamos nosotros. A veces evaluamos si tenemos mucho tiempo a los chicos en las confiterías, o si pasan mucho tiempo en los parques, pero nos ayudó el clima con días de 36 y 38 grados de temperatura. Tuvimos la satisfacción enorme, que nos traemos desde Córdoba como dirigentes, y son las felicitaciones que recibimos en los parques o donde hacemos las distintas actividades por el excelente comportamiento de los chicos. Inclusive, a veces tenemos que hacer la merienda en los parques –y les llevamos jugos, alfajores, etc., para que no les falte nada- y los chicos no dejan un papel tirado, y vemos que hay otros contingentes que se van y dejan un basural. Nuestros chicos no, y eso es para resaltar como el comportamiento en los hoteles. En Peko´s, donde almorzamos y luego hacemos la Fiesta de la Espuma (es un lugar, vale aclarar, que entre las 11 y las 14 le dan de comer a 3 mil personas), también nos felicitaron por el comportamiento de los chicos, y hay que resaltar que nos dieron de almorzar de manera excelente, con asado, chorizos y papas fritas, y éramos alrededor de 90 personas, y allí siempre somos muy bien recibidos, como nos pasa cada año que vamos a Córdoba.